En 1621, la pequeña Shi Shūméng, nacida en un pequeño poblado cerca del río Wu, tuvo un accidente al caer desde un gran peñasco mientras desenterraba raíces. A raíz del golpe, la pequeña comenzó a experimentar clarísimas visiones en sus sueños. En ellos, veía eventos del pasado ocurridos en cualquier parte del mundo y de cualquier época. De este modo, vió y escuchó en sueños, algunos de los momentos cruciales de la historia como el desembarco de Colón en América, el nacimiento de Kublai Kan o el asesinato de Julio César. Sin embargo, Shi Shūméng nunca pudo contar ninguno de sus sueños, ya que su caida también la dejó completamente inválida y sin capacidad de hablar hasta su muerte a los 23 años. Este extraño suceso, único hasta ahora en la historia de la humanidad, pasó desapercibido para todos.