Parece ser que lo que está ahora de moda en el mundo de las fuentes tipográficas es usar fuentes de iconos, de forma que puedas poner todo tipo de iconos que funcionan como cualquier otra letra y puedas cambiarles el tamaño, el color o lo que quieras y (supuestamente) que todo ello funcione más o menos en todos los navegadores (al menos los más recientes).