El dato: La norteamericana Betty Robinson ya había conseguido una medalla de oro de atletismo en los juegos olímpicos de 1928. Sin embargo, en 1931 sufrió un accidente de avión que la dejó en silla de ruedas y tuvo que volver a aprender a caminar. A pesar de ello, en los juegos de 1936 de Berlín, sin poder arrodillarse para competir en su prueba habitual de 100m, participó en cambio en la prueba de relevos, consiguiendo un nuevo oro [fuente]