El dato: Para un experimento, el psicólogo George Stratton llevó durante 8 días unas gafas que le hacían verlo todo boca abajo. Hacia el tercer día, su cerebro ya se había adaptado a la imagen invertida, de tal forma que todo le parecía correcto. Una vez quitadas las gafas, su percepción de que todo estaba boca abajo volvió nuevamente (a pesar de que ahora estaba viéndolo todo con su aspecto habitual) y a su cerebro le llevó horas volver a adaptarse [fuente]