El dato: En los 80s se abrió el primer centro dedicado a niños sordos de toda Nicaragua. Hasta entonces, los niños con este problema no se habían relacionado entre sí, por lo que no tenían un lenguaje común y se comunicaban con sus familias mediante gestos. Al unir alrededor de 400 niños sordos en el mismo lugar, desarrollaron su propio lenguaje de signos, sin necesidad de influencia externa [fuente]